El masaje es un puente instantáneo, un acuerdo fugaz y una mini-intimidad entre dos personas que no se conocen. En esta intimidad KM0 puedes, por ejemplo, desnudarte completamente frente a un extraño y acostarte boca abajo con los ojos cerrados para que te acaricie de arriba abajo. Eso en el IKEA no lo haces... 🙂. Hay otras intimidades instantáneas como desnudarse en el médico, sacar una teta en público para amamantar, ir medio en bolas por la playa, etc. Pero la intimidad que crea el masaje es especial. Esta intimidad es mágica y distinta a todas las demás. En esta intimidad tienes espacio para pensar, imaginarte cosas, sentir que tus fantasías se arriman a la realidad por un rato. Saber que si te sientes cómoda y te excitas podrías ir más allá, hasta donde quieras, o disfrutar del masaje y que todo quede en tu memoria, llevarte la fantasía a casa. Tú mandas, el masaje es para tí. Yo propongo, tú dispones.El masaje que me gusta dar no tiene un nombre Hindú, ni tiene un guión, pero invita a la exploración de este espacio interesante entre los dos. Escríbeme y te cuento más.
