Cómo o por donde comenzar?
Estabamos en el verano de 1993, yo vivía alquilando una gran habitación en una gran casa de Santiago Centro donde adicionalmente vivían otras 4 personas alquilando habitaciones además de la dueña de casa, sus dos hijas y su hijo menor. La dueña de casa tenía un amigo que la visitaba de vez en cuando, imagino que para sacarse las ganas entre los dos. En varías ocasiones una sobrina de la dueña de casa estuvo de visita e incluso participamos de las fiestas de navidad y año nuevo, todos juntos lo cual fue muy bonito y entretenido pues llegamos a conocernos mejor y aumentó la confianza entre nosotros.
En una ocasión que estaba la dueña de casa junto con las visitas de su amigo y de su sobrina se acercaron a mí (que estaba en el patio interior fumando un cigarro tranquilamente) y me sugirieron que "saliesemos todos juntos" me pareció una buena idea y acepté acompañarles, nos fuimos al barrio Bellavista donde por aquel entonces además de haber muchos comerciantes con puestos en la calle, abundaban los lugares para ir a comer y también los lugares para "tomarse un bajativo", paseamos mientras conversabamos (la cotorra es esencial para andar muy bien en situaciones así) y al pasar frente a un Motel la dueña de casa y su sobrina comenzaron a lanzar sugerencias: "Miren el lugar lindo! Que tal si entramos para conocer? Naturalmente su amigo y yo nos miramos como preguntandonos: "hacemos esto?" y por supuesto aceptamos la sugerencia.
A todo esto no conocía bien al amigo de la dueña de casa, como tampoco conocía bien a su sobrina, pero todo estuvo bien, cuando entre conversación y conversación nos fuimos sacando la ropa hasta quedar en paños menores, pusimos un poco de música e hicimos una rueda y un trencito mientras bailabamos y cantabamos. Eso nos dio mucha risa y permitió que nos relajasemos totalmente.
Si bien todas las cosas estuvieron bien y intercambio de mujeres que realizamos "el amigo" y yo salió divinamente considerando que era primera vez que hacíamos algo así, no faltó un poco de tensión y de inquietud, los chistes, las bromas y las tallas fueron esenciales para relajar, romper el hielo y soltarse completamente.
Nos quedamos por toda la noche y salimos del amoroso Motel relativamente temprano durante la mañana siguiente, nos fuimos a tomar desayuno a uno de los locales que ya estaban abiertos y acompañamos a tomar locomoción al amigo de la dueña de casa y a su sobrina, despidiendonos como amistades de plena confianza.
En cuanto a la dueña de casa las cosas no cambiaron entre nosotros, hicimos de cuenta como que nada había pasado, seguimos con la relación normal de dueña de casa y arrendatario y guardamos el secreto, a tal punto que no había hablado de esta historia hasta ahora. Fue una grata experiencia tener esa salida por una única noche.
Ok, pero prímero tomemonos un café. A veces quisiera sentarme afuera a conversar toda la noche. Soy tranquilo, amigable, buena persona, soy educado y sé comportarme. Busco mujer para encuentros ocasionales y pasarlo bien en grata compañía o chatear.
