Rápidamente nos arreglamos, agarró mi mano y me llevó hasta su casa. Al abrir la puerta nuevamente comenzamos a besarnos de manera desenfrenada. Con un fuerte empujón me lanzó sobre el sofá, mientras yo me quitaba la camisa, ella quitaba mi pantalón. Yo estaba preparado nuevamente e hice acto de presencia al momento de retirar mi ropa interior, ella saboreo sus labios y me sonrió para luego llevárselo hasta su boca nuevamente (¡Oh Dios! Otra vez estoy tocando el cielo).Pregunté por su esposo y ella sin distraerse, solamente con un gesto de su mano, me indicó que se encontraba en el segundo piso. No pudo contenerse y se subió sobre mí, nos besamos de manera apasionada mientras ella introducía mi miembro dentro de su coño. Sus caderas comenzaron a moverse dejando notar su experiencia y su falta de actividad. Era tanta la energía que tenía acumulada que podía sentir una pequeña corriente recorriendo por mi cuerpo. Los gemidos de ambos se oían por toda la casa y no estábamos preocupados, solo nos dejamos llevar. Aumenta la velocidad y se corre nuevamente, con su ritmo acelerado ella me dice: "Mi esposo jamás me hizo correrme así". La miro de manera provocadora y le digo: "Hagamos que descubra la verdad". Ella solo sonrió.Agarré su mano y me dirigí a la habitación donde estaba durmiendo su esposo. La puse a 4 patas sobre la cama en donde dormía su esposo y frente a él comencé a penetrarla fuertemente, azotaba su culo y jalaba su cabello, y por más que intentará ella no podía evitar gemir. Estando apunto de correrme ella con su mano me indica que paré, da media vuelta y me besa apasionadamente. Me ordena recostarme al lado de su esposo y sin perder el tiempo hago caso a sus palabras. Se recuesta debajo mío y comienza a denigrar a su esposo mientras me hace un oral. "¿Ves? Esto si que es un hombre de verdad". Dice ella mientras besa, chupa y lame mi miembro. "¿Ves? Él si que tiene aguante, él si que sabe como comerme, el si que sabe como hacer que me corra". Vuelve a decir ella mientras azota mi miembro con su rostro. Lubrica a bien mi miembro y da media vuelta, dándome la espalda y dejando a mi apreciación ese culo. Mira a su esposo nuevamente y le dice: "Como tú siempre quisiste darme por el culo, ahora verás como un hombre de verdad me lo rompe, cornudo de mierda". Dicho esto en su coño mete un vibrador para su punto G y su clitoris, retira su plug e introduce lentamente mi miembro dentro de su culo sumamente apretado. Lento pero seguro como toda una guerrera introdujo todo mi miembro dentro de ella. Siento como respira profundo, enciende su vibrador y comienza a mover sus caderas. Desde ese preciso instante nuestros gemidos no pararon en ningún momento, a estas alturas nos importaba una mierda su esposo o los vecinos, éramos solamente ella y yo.Se acerca la hora del clímax, ella comienza a moverse más rápido y yo empiezo a perder la cordura. Ambos nos corremos al mismo tiempo, soltando unos gemidos que seguramente se escucharon en todo el condominio. Juntos caímos rendidos, retira mi miembro de su culo lentamente mientras chorrea mi esperma de él, ella se acurruca junto a mi y nos besamos tiernamente, me abraza y cae dormida. Miro mi reloj y marca las 4 am, con cuidado salgo de su cama, la abrigo con las frazadas y le doy un cálido beso en la frente, recojo mis cosas y me visto. Vuelvo a mi oficina para terminar mi turno. Dan las 6 am, termina mi turno y atiendo a un último residente que se dirigía a su trabajo, su esposo. Le saludo dándole mi mano, la misma con la cual recorrí el cuerpo de su mujer durante la noche, nos despedimos y le deseo un buen día. Me dirijo a la casa de aquella mujer, golpeó la puerta y me recibe con un conjunto de lencería completamente nuevo. Me regala una mirada pícara y me invita a pasar.¿Y lo demás? Bueno, será historia para otro día.
